martes, 19 de julio de 2011

Virgilio Eneida


Introducción
Quizá desde comienzos del milenio, el territorio que bordea el lento fluir de las aguas del Po se vio habitado
por grupos celtas que acudían en sucesivas oleadas de allende los Alpes. Junto al Mincio, uno de sus afluentes,
en Andes, una aldea cerca de Mantua, nació Publio Virgilio Marón (Vergilius) el 15 de octubre del año 70 a. C.
A lo largo de esos mil años que preceden a su nacimiento, los pueblos celtas de la ribera habrían recibido
diversas influencias civilizadoras, y, si en su momento el elemento etrusco tuvo sin duda la fuerza que destaca
Virgilio en su descripción de Mantua (Eneida, X, 198-203), desde los tiempos de la Segunda Guerra Púnica
habían brotado ya en el territorio numerosas colonias de latinos que hicieron de la Galia Cisalpina una región de
avanzada cultura y saneada economía agrícola, tal como era durante el siglo 1 a. C.
Vergilius es un nombre gentilicio latino bien implantado en el norte y en otras regiones de Italia, y nos hace
pensar que nació el poeta en una de esas familias latinas instaladas en la campiña del Po ya tiempo atrás, quizá
desde la época de aquellas colonizaciones. Andando el tiempo y ya tan tarde como en los últimos años del
imperio, sus lectores habrían corrompido el nombre en Virgilius -de donde procede el que aún hoy utilizamos
para el autor de la Eneida- por una doble vía: de virgo (dado el tímido carácter que le valió el apodo griego deParthenias), o de virga (por la varita característica de los magos, que esa fama tendría ya entonces nuestro
poeta).

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