Historia de Jordania
La tierra que llegó a ser Jordania forma parte de la ricamente histórica región Creciente fértil. Su historia comenzó alrededor de 2000 A.C., cuando amoritas semíticos se establecieron alrededor del río Jordán en el área llamada Canaán. Subsecuentes invasores y colonos incluyeron a los hititas, egipcios, israelitas, asirios, babilonios, persas, griegos, nabateos, romanos, árabes musulmanes, cruzados cristianos, mamelucos y a los turcos otomanos.Aproximadamente, en el 312 a. C., los nabateos se refugiaron en Petra, escapando de los reyes seléucidas. Gozaron de relativa independencia, gracias a la decadencia de la monarquía seléucida, razón por la cual Petra se convirtió en una importante parada de caravanas. En los tiempos de Pompeyo Magno, la autonomía nabatea en Jordania se vio amenazada, y finalmente, en el 105 dC, los romanos anexaron gran parte de la actual Jordania a su imperio, bajo el nombre de Arabia Pétrea, con Petra como cápital. La provincia intentaría alzarse en el siglo III, sin éxito.
En el siglo VII, la actual Jordania sería conquistada por el califa Omar, pero en el año 1100, durante la Primera Cruzada, Balduino I de Jerusalén realizaría diversas incursiones en la llamada Transjordania (en francés Outre-Jordain, que significa "más allá del Jordán", con el objetivo de controlar a las caravanas de camellos que cruzaban los territorios de la actual Jordania. Durante las cruzadas, los francos se hicieron con el control de toda la región. Transjordania se convirtió entonces en el señorío de Transjordania, vasallo del Reino de Jerusalén, que duró hasta 1189, año en que Saladino ocupó toda Transjordania, y se mantuvo bajo el gobierno de la dinastía ayubí hasta que en 1259 pasa a manos de los mamelucos y, en 1517, a manos de los otomanos.
La expansión del Imperio otomano, en los tiempos de Selim I, chocó directamente con el Imperio Safávida, en el siglo XVI, quedando los territorios de Jordania atrapados en el medio. Luego de la decadencia Safávida, los territorios al este del Jordán fueron administrados por los turcos otomanos desde 1518. Entre 1900 y 1908, los ocupantes otomanos iniciaron la construcción del ferrocarril del Hiyaz, que atravesaba Jordania, con el objetivo de facilitar la peregrinación a La Meca desde Damasco y el envió de tropas a las naciones árabes. Este ferrocarril mejoró el desarrollo de Jordania, no obstante, el resentimiento árabe contra la ocupación turca no fue atenuada.
Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña se aprovechó del nacionalismo árabe, y después de prometer la creación de un estado árabe independiente que abarcaría Arabia, Siria, Líbano, Palestina, Jordania e Irak, promovió la Rebelión Árabe. De esta manera, las tropas árabes, apoyadas por oficiales británicos como Lawrence de Arabia, lograron derrotar a los turcos y alemanes en el Medio Oriente, y el ferrocarril de Hiyaz sufrió acciones de sabotaje, especialmente en Jordania. La caída del puerto de Aqaba en manos árabes en 1917 condenó a las fuerzas turcas, aunque la guerra no acabaría hasta septiembre de 1918.
La tierra que llegó a ser Jordania forma parte de la ricamente histórica región Creciente fértil. Su historia comenzó alrededor de 2000 A.C., cuando amoritas semíticos se establecieron alrededor del río Jordán en el área llamada Canaán. Subsecuentes invasores y colonos incluyeron a los hititas, egipcios, israelitas, asirios, babilonios, persas, griegos, nabateos, romanos, árabes musulmanes, cruzados cristianos, mamelucos y a los turcos otomanos.
En el siglo VII, la actual Jordania sería conquistada por el califa Omar, pero en el año 1100, durante la Primera Cruzada, Balduino I de Jerusalén realizaría diversas incursiones en la llamada Transjordania (en francés Outre-Jordain, que significa "más allá del Jordán", con el objetivo de controlar a las caravanas de camellos que cruzaban los territorios de la actual Jordania. Durante las cruzadas, los francos se hicieron con el control de toda la región. Transjordania se convirtió entonces en el señorío de Transjordania, vasallo del Reino de Jerusalén, que duró hasta 1189, año en que Saladino ocupó toda Transjordania, y se mantuvo bajo el gobierno de la dinastía ayubí hasta que en 1259 pasa a manos de los mamelucos y, en 1517, a manos de los otomanos.
La expansión del Imperio otomano, en los tiempos de Selim I, chocó directamente con el Imperio Safávida, en el siglo XVI, quedando los territorios de Jordania atrapados en el medio. Luego de la decadencia Safávida, los territorios al este del Jordán fueron administrados por los turcos otomanos desde 1518. Entre 1900 y 1908, los ocupantes otomanos iniciaron la construcción del ferrocarril del Hiyaz, que atravesaba Jordania, con el objetivo de facilitar la peregrinación a La Meca desde Damasco y el envió de tropas a las naciones árabes. Este ferrocarril mejoró el desarrollo de Jordania, no obstante, el resentimiento árabe contra la ocupación turca no fue atenuada.
Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña se aprovechó del nacionalismo árabe, y después de prometer la creación de un estado árabe independiente que abarcaría Arabia, Siria, Líbano, Palestina, Jordania e Irak, promovió la Rebelión Árabe. De esta manera, las tropas árabes, apoyadas por oficiales británicos como Lawrence de Arabia, lograron derrotar a los turcos y alemanes en el Medio Oriente, y el ferrocarril de Hiyaz sufrió acciones de sabotaje, especialmente en Jordania. La caída del puerto de Aqaba en manos árabes en 1917 condenó a las fuerzas turcas, aunque la guerra no acabaría hasta septiembre de 1918.
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